Impossible is nothing.

Hace un tiempo, Adidas sacó una campaña con ese emblema, "Impossible is nothing", en la que salía Kevin Garnett llevando a caballito a una persona, luego a dos, después a tres... así hasta que llevaba a tanta gente que los últimos que se subían lo hacían desde las azoteas de los edificios.

Ahi está la prueba: http://es.youtube.com/watch?v=xRMjqmFU8e8

Parecía despreocupado, orgulloso, consciente de que es algo que él era capaz de hacer y los demás no. Tenía ese don y no le importaba mostrárselo a los demás, incluso con cierto tono de chulería, como cuando mueve la cabeza en el paso de cebra como diciendo: "Y a ti que te pasa?"

Aprovecho esta mañana de sábado de frío otoñal para poner un poco de orden en este lugar poco transitado y menos aún conocido, siempre consciente de que casi nadie lo lee, y siempre con la idea de no escribir demasiado por artículo con el propósito de no aburrir al anónimo lector.

Nada es imposible, esa es la idea. Todos tenemos un don, aunque no sepamos que lo tenemos. Forma parte de nuestra forma de ser y está relacionado de forma directa con nuestro carácter, nuestro comportamiento y nuestra manera de ver la vida.

Todas las personas que te vas cruzando a lo largo de tu vida lo tienen y puedes beneficiarte de ello, aportándo cosas positivas a tu madurez y crecimiento como persona. Igualmente, todos tenemos nuestro lado débil, y es algo mutuo por parte de las personas que uno intente dar lo mejor de sí mismo y que los demás puedan llegar a "coger" esa parte de ti que te diferencia del resto.

Por eso, por uno mismo y por los demás, hay que darlo todo por conseguir lo que uno quiere, ya sean metas personales o profesionales. El primero que tiene que pensar que se puede conseguir algo imposible es uno mismo, pues sino nadie mas lo va a pensar por ti. Caerse está permitido, pero levantarse es una obligación, y como dice un amigo mío, "lo que no me mata me hace mas fuerte". ;)

Por esas razones, y por otras que os podríais imaginar mediante multitud de frases hechas, he de decir lo siguiente:

Nadie debe darse nunca por vencido, la autoestima, la perseverancia y la educación son valores que nadie nos podrá arrebatar nunca y que, mediante el uso de uno de esos valores, o mejor, la combinación de ellos, puedes llegar a donde quieras. Por supuesto que el camino no es fácil, pero el que no arriesga no gana, y donde hay un gran éxito siempre ha habido una decisión valiente.

Por eso, si me dices que es imposible, no te creeré, porque no hay nada imposible. Si me dices que es complicado, intentaré hacerlo fácil. Si crees que es cuestión de prioridades, lucharé por hacerme un hueco entre ellas. Y si no consigo ninguno de mis propósitos, entonces al menos tendré la conciencia tranquila al pensar que doy todo lo que soy, y que juego cada minuto de partido como si fuese el último.

Hasta la próxima.